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| Galardonados, Premios Della Robbia, III edición. |
El Consorcio Escuela de Joyería de Córdoba, el lutier Daniel
Gil de Avalle y el espacio para artistas y artesanos Rompemoldes recibieron el
galardón.
En el marco de los Días Europeos de la Artesanía, la Escuela
de Artes y Artesanías Della Robbia, sita en la localidad sevillana de Gelves,
ha entregado la III edición de los premios del mismo nombre, creados como
reconocimiento a todas aquellas entidades, empresas o artesanos que han
aportado valor a la artesanía.
La entrega de premios fue presidida por Francisco Javier
Fernández, delegado del Gobierno andaluz en Sevilla, José Luis Benavente, alcalde
de la localidad de Gelves, y Aurora Cosano, delegada territorial de Economía de
la Junta de Andalucía y presidenta del Consorcio.
Durante su intervención, Francisco Javier Fernández destacó
la posición de la artesanía, no como un arte menor, sino como un arte mayor con
el valor añadido de su carácter popular, así como la necesidad de su impulso, mediante
la formación y seguimiento posterior de las nuevas generaciones de artesanos.
El Premio a la Promoción de la Artesanía fue concedido al
Consorcio Escuela de Joyería de Córdoba, el Premio a la Labor Artesana recayó
en el lutier granadino Daniel Gil de Avalle, y el Premio a la Entidad
Innovadora fue entregado a Rompemoldes, un espacio de creación artesanal,
situado en la céntrica calle San Luis de Sevilla, que fusiona varias
disciplinas artísticas mediante la colaboración entre los distintos talleres
que lo componen. Los galardones estaban representados físicamente por una pieza
artesanal, diseñada por uno de los alumnos de la Escuela, Antonio Delgado, que,
según su propio autor, aglutina las áreas impartidas en la misma: La cerámica y
la madera, muy especialmente la luthería.
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| Gualberto y su sitar. |
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| Pedro Ricardo Miño. |
El acto, como no podía ser de otra forma, estuvo rodeado de
arte en todas sus facetas y culminado por dos artistas musicalmente reconocidos
en todo el mundo, Gualberto García, que deleitó a todos los presentes con una
fusión de sus raíces andaluzas y el mundo oriental en una magistral
interpretación al sitar, y Pedro Ricardo Miño, que levantó a todos de sus
asientos con su perfecta ejecución al piano de dos piezas musicales basadas en
dos palos del flamenco.
